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Votar en el infierno: la esperanza (con peros) de los escritores mexicanos

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Imagen: Getty
 

“Eficacia e independencia es la única receta posible para que México salga delante de la catástrofe humanitaria en la que está inmerso”, advirtió Jorge Volpi. “Nos merecemos el México que llevamos toda la pinche vida imaginando”, declaró Valeria Luiselli. “Ni una sola mención a las mujeres de México en todo el discurso de AMLO”, recalcó Tryno Maldonado

Luna Miguel

02 Julio 2018 18:06

Votar en el infierno.

Así se titula la demoledora columna que ha publicado Jorge Volpi en el medio francés BibliObs a propósito de las elecciones en México. El novelista se atrevió así el pasado domingo a hacer un repaso a las miserias e injusticias de su país de origen: “más de 200.000 muertes en 12 años, un número desconocido de desaparecidos, —probablemente más de 70.000— y cientos de miles de personas huidas: este es el resultado de la guerra contra los narcotraficantes comenzada por el presidente Felipe Calderón en 2006 y continuada, aunque sin reconocerlo, por Enrique Peña Nieto hasta nuestros días. A cifras estremecedoras, comparables a las de una guerra civil, debemos añadir una corrupción que nos afecta a todos los niveles”.

Para Volpi, el reto al que se enfrenta desde hoy Andrés Manuel López Obrador, ganador progresista de las elecciones, es inmenso. Y aunque su victoria sea sólo un soplo de esperanza dentro del dolor y de la violencia, desde el mundo editorial muchos han querido mostrar su entusiasmo. El editor independiente Iván Hernández celebraba la victoria de AMLO, pero también le decía “te estaremos vigilando”, porque hay que hacer “lo que nos toca para reconstruir este país”. Algo parecido declaraba el poeta Pablo Robles Gastélum en sus redes sociales: “esta es la primera vez en mi vida que no me avergüenzo de un presidente electo de México. Con los meses disminuirá la euforia, pero hoy me siento muy feliz”.

Otras voces entusiastas han sido las de la novelista Valeria Luiselli, que ha dicho que “nos merecemos el México que llevamos toda la pinche vida imaginando”; y la de la poeta y editora de Cultura Colectiva Aleida Belem Salazar, para quien esta es la “primera vez que vamos a tener un presidente que SÍ elegimos”.

Esta esperanza, sin embargo, tiene un toque de amargura, y las críticas y el escepticismo no han tardado en llegar. Para la editora Patricia Binôme es de vital importancia que AMLO recuerde y apoye la lucha LGTB+, y para el novelista Tryno Maldonado, el reclamo es bien claro: “Ni una sola mención a las mujeres de México en todo el discurso de AMLO. Prefirió agradecerle y reconocer antes a Peña Nieto. Bienvenidas a la cuarta transformación del PRI-atriarcado. AMLO se estrena, en cambio, endulzándole el oído al Gran Capital y a sus dueños con una oda al neoliberalismo en su primer discurso. «El que va a ser el coordinador de la presidencia: ¡Alfonso Romo!», dice AMLO. La gente en el Zócalo grita y aplaude emocionada. Y, aunque mencionó a los pueblos indígenas, en la mente colonizada de AMLO «México es heredero de grandes civilizaciones», porque para él esas naciones son algo del pasado y, además, «trabajadoras»: o sea explotadas. Y habrá más trabajo = más explotación. El orden colonial-capitalista no le incomoda. (Tanto así que incluirá en su gabinete a uno de los priistas traidores de los Acuerdos de San Andrés para los derechos de los pueblos indígenas: Esteban Moctezuma.) AMLO habla insistentemente de atacar a la corrupción, pero en su primer discurso hace un amplio reconocimiento y le echa flores a Peña Nieto. ¡Qué pronto se le olvidó la Casa Blanca!”

Sea como sea, con entusiasmo o sin él: el reto en adelante es enorme, y los autores e intelectuales mexicanos parecen dispuestos a criticar, a mejorar, a ayudar, a luchar por un país más libre, menos, como auguraba Volpi, “infernal”.

Desde su cuenta de Facebook, Mohsen Emadi, escritor iraní exiliado en México y gran conocedor de su cultura y su política, lo expresaba de este modo: “La política verdadera va hacia la gente sin voz: hacia las comunidades y los indígenas. Cuando ellos sean capaces de actuar contra las indiferencias, la impunidad y la injusticia de los demás, la política verdadera se empieza. La utopía nunca se cesará: ¡A la mierda PRIAN!, ¡Viva Marichuy, viva México, suerte AMLO y felicidades!”

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