Entre la lista de conclusiones, los países miembros han eliminado las cuotas de acogida obligatorias, que pasan a ser "voluntarias". Por el momento, ningún estado pretende dar un paso al frente para la acogida...
Después de 14 horas de reunión y 9 horas de negociación, la Unión Europea ha alcanzado un acuerdo de mínimos para gestionar la cuestión migratoria. El texto ha logrado el beneplácito a todos los países. La cumbre ha estado marcada por las amenazadas de Italia de bloquear los compromisos esbozados. Finalmente, no será así.
Estos son los 4 puntos clave del acuerdo.
Se crearán centros "controlados” dentro de la Unión Europea
El acuerdo establece la creación de centros controlados para trasladar a los migrantes rescatados en el mar, donde se separará a los posibles refugiados de los llamados migrantes económicos. En esos centros se seleccionará a quienes deben recibir asilo. Los que no logren asilo serán deportados a sus países de origen.
Se acaban las cuotas obligatorias de reparto
Cada país decidirá "de manera voluntaria" si acoge o no a los que obtengan el asilo. Esto termina con las cuotas de reparto obligatorias y contenta a los cuatro países de Visegrado —Hungría, Polonia, Eslovaquia y República Checa— que se negaban a recibir migrantes. El escollo es que ningún Estado parece ofrecerse voluntariamente a abrir sus puertas, ni aunque sean refugiados reconocidos.
Hay incertidumbre incluso en qué países miembros se instalarán los "centros controlados" planteados en el anterior punto. En principio se apuntaba a España y a Grecia, pero fuentes de la delegación española niegan que se hayan presentado como candidatos y remarcan que la acogida del Aquarius fue "una medida excepcional".
Abre la puerta a acuerdos con terceros países
Aunque las ONG humanitarias han advertido del grave riesgo que supone delegar la responsabilidad de la gestión migratoria en terceros países que no ofrecen garantías democráticas, la UE no descarta “plataformas de desembarco de inmigrantes en la orilla sur del Mediterráneo”. Este plan —que respalda ACNUR y la OIM— implicaría firmar pactos con otros Estados para dejar que se ocupen de contener a los migrantes en sus fronteras.
Después del acuerdo con Turquía en 2016, el nuevo plan habla de mejorar la cooperación con países de África. El problema es conocer cómo países con dudosa capacidad para garantizar los derechos humanos puede ofrecer protección. La UE pasa a habilitar un fondo de 500 millones para firmar acuerdos.
Una cumbre en mitad del fervor xenófobo
La reunión de los 28 encaja en un contexto problemático. En países como Italia o Austria —que pasará a presidir el Consejo de Europa el próximo 1 de julio— ha logrado llegar la extrema derecha al poder. Por su parte, la canciller alemana Angela Merkel lucha para mantenerse en el cargo frente al fervor xenófobo.
Existe temor por la deriva a la ultraderecha que pueda tomar la UE. Los mensajes desde ese sector han logrado colar en la sociedad una ilusión: hablan de "avalancha de inmigrantes" cuando las cifras muestran lo contrario. Las entradas por el Mediterráneo han caído en picado. En 2018, Europa solo ha recibido 44.629 migrantes por esa vía, una cantidad muy inferior al millón que ingresó en 2015.