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Marco Antonio: la última desaparición forzada de un adolescente que ha conmocionado a México

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Fue detenido por la policía y 5 días después lo han encontrado golpeado y aturdido pero con vida

silvia laboreo

29 Enero 2018 13:04

Vivos se los llevaron, vivos los queremos. Esta consigna, nacida en los 70 a raíz de la grave crisis de desapariciones en la guerra sucia contra el narco, no se ha dejado de escuchar en México durante estos últimos años. Cada cierto tiempo las calles del país de los más de 32.000 desaparecidos (según cifras oficiales) vuelven a entonar “vivos se los llevaron, vivos los queremos” mientras piden que su gente vuelva sana, salva y sobre todo viva.

En 2014 el país gritó fuerte por los estudiantes de Ayotzinapa en uno de los casos de desaparición forzada más mediáticos de los últimos años. Cuatro años más tarde, las calles de México han vuelto a revivir el fantasma de los 43 estudiantes desaparecidos. Esta vez, eso sí, con final feliz.

Marco Antonio, el estudiante de 17 años desaparecido en Ciudad de México el pasado 23 de enero, ha sido encontrado con vida a más de 30 kilómetros del lugar donde lo desaparecieron.

Tras 5 días de angustia, el jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, anunciaba en rueda de prensa el hallazgo con vida del muchacho. “Nos reportan una llamada, de alguien de la ciudadanía… que comunicó en las inmediaciones del fraccionamiento Alamos, en el municipio de Melchor Ocampo, Estado de México, observaron deambulando a un joven con las características que se dieron a conocer”, explicó el mandatario.

El caso comenzó el pasado 23 de enero alrededor de las cuatro de la tarde. Marco Antonio Sánchez Flores, estudiante de la Preparatoria 8 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se encontraba con un amigo en las inmediaciones de Azcapotzalco. En un momento dado, Marco Antonio vio a un joven pasar delante de un graffiti y le preguntó si podía hacerle una fotografía. De repente llegó una patrulla de policías de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina al lugar. “Qué, estás robando”, le increparon al joven.

Asustado por las acusaciones de robo, Marco Antonio echó a correr hacia el Metrobús de El Rosario, donde fue interceptado por los policías, que lo redujeron, golpearon, colocaron unas esposas y subieron a la patrulla. El amigo de Marco Antonio pidió ir con él pero los policías se negaron, diciéndole que se dirigiera la Agencia 40 del Ministerio Público, ubicada en Azcapotzalco.

A partir de ahí, todo se vuelve más oscuro. Marco Antonio nunca fue presentado ante ninguna agencia del Ministerio Público. Según la versión de los agentes, todo se debe a que minutos después de detenerlo, dejaron libre a Marco Antonio. Tan solo quedó una foto, tomada por su amigo, del momento de la detención. En ella se ve al joven en el suelo esposado por un grupo de policías.

La familia recorrió las agencias públicas de la zona intentando encontrar a su hijo desaparecido. Acudieron al Centro de Atención a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) y pudieron observar las cámaras de seguridad de la zona. Les aseguraron que las cámaras de Metrobús no funcionaron, por lo que tuvieron que revisar las otras de la calle. En ellas se registraba el avance de la patrulla pero no la liberación de Marco Antonio.

El caso fue retomado por la Fiscalía Antisecuestro mientras los familiares y activistas de derechos humanos cada vez tenían más claro que se trataba de una desaparición forzada. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó la desaparición de Marco Antonio y llamó a las autoridades a que investigaran el caso como una desaparición forzada. Se lanzó una petición en change.org que pedía la vuelta del muchacho y se organizaron concentraciones en Ciudad de México.

Afortunadamente, justo en el mismo momento en el que familiares, amigos y simpatizantes de Marco Antonio pedían su aparición con vida, se conocían los primeros datos esperanzadores sobre la suerte del chaval. En una primera conferencia de prensa ayer domingo, el jefe de Gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, anunciaba las primeras pistas sobre el paradero del estudiante. “Se recibió una llamada por parte del personal del Juzgado Calificador de Tlalnepantla”, explicó Mancera. Según el dirigente, el joven había sido detenido por policías municipales de Tlalnepantla después de que fuera visto caminando por las calles de manera “imprecisa”.“El joven fue captado caminando con movimientos imprecisos que comprometía su seguridad ante la cercanía al flujo vehicular […], pero al no haber cometido alguna falta administrativa fue puesto en libertad”, añadió.

Captura de la cámara de la comisaría

Unas horas más tarde, el propio Mancera anunciaba que gracias a la colaboración ciudadana se había encontrado a Marco Antonio. Pese a la alegría que ha provocado la noticia de su aparición con vida, quedan aún muchos cabos sueltos.

El joven apareció visiblemente magullado, desorientado y en un estado de demacración que apenas permite distinguir al Marco Antonio de las imágenes ofrecidas por la familia con el chico encontrado por la policía.

Además, los policías de Tlalnepantla lo dejaron en libertad, pese a ser menor y al estado en el que se encontraba. Tampoco avisaron a la familia ni parecían conocer la relevancia de la persona a la que dejaban en libertad.

Por otro lado ¿qué pasará con los agentes que detuvieron al joven? ¿Por qué no se ha sabido nada de él en más de 5 días? ¿Lo golpearon? ¿Por qué no fue puesto a disposición de las autoridades? Dos de los cuatro policías han sido arrestados y se enfrentan a un proceso interno por “inobservancia” de los protocolos de detención. Pero la familia del joven mantiene que los policías ya han sido liberados tras tomarles declaración. Incógnitas e irregularidades del caso de Marco Antonio que quedan ahora en manos del Gobierno.

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