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Lo que la izquierda crítica con Maduro piensa de los resultados de la elección

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“Si no va a aplicar medidas contundentes, lo mejor que podría hacer sería abandonar el poder antes de que se agrave la catástrofe”

Rafa Martí

22 Mayo 2018 19:02

Nicolás Maduro ha revalidado su segundo mandato en Venezuela hasta 2025, pero su victoria plantea más dudas que fortalezas en la nueva legislatura que entra.

Maduro ganó sus primeras elecciones en el año 2013 pocas semanas después de que muriese Hugo Chávez. Es innegable que el carisma del primer líder bolivariano era como una marea arrolladora cuya resaca seguiría con fuerza por mucho tiempo. Lo único que hizo Maduro entonces fue presentarse como la única y posible continuación del legado de Chávez. En unas elecciones con un 80% de participación de un censo de 18 millones de votantes, obtuvo alrededor de 7,5 millones de votos, según los datos oficiales. Sin embargo, cinco años después, con más votantes inscritos, 20 millones, apenas ha obtenido 6,2 millones de votos con la peor participación en la historia de unas presidenciales en Venezuela (alrededor del 40%).

El hecho de ser Maduro ya le castigó en 2013, obteniendo un 8% menos que lo que cosechó su predecesor en los últimos comicios a los que se presentó. Los resultados del pasado domingo confirman que, si las cosas no cambian, Maduro camina hacia su fin, acelerado por la enorme crisis económica y social que atraviesa el país y que solo ha hecho que exacerbarse a lo largo de sus años de mandato.

Maduro ha ganado, sí, pero su poder se sostiene tan solo en la retórica de un partido, el PSUV, que quiere sentirse ganador a pesar de que se esté hundiendo lentamente, como un orador que clama su éxito ante un auditorio vacío. Ni la oposición ha dado validez al proceso al no participar, ni el mundo lo reconoce. Las sanciones que están por venir por parte de EEUU y la UE parecen condenar al país y al régimen a no levantar cabeza.

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Ante esto, diferentes sectores de la izquierda claman por una salida honrosa antes de que sea demasiado tarde o, por el contrario, acometer reformas profundas que contrarresten las presiones internas y externas para salir de la crisis.

El profesor Javier Antonio Vivas Santana, asegura en un artículo que el madurismo “ha tenido una incuestionable derrota política, y esa existencia política ha quedado mantenida por respiración artificial”. Añade que en los próximos meses no solo será la presión exterior sobre la economía, sino algunas medidas internas como la ley de indexación salarial la que aboque al país a una “explosión social” inevitable en un país que será “ingobernable”.

Por su parte, Noel Peralta Barreto defiende la victoria electoral del madurismo aunque lamente la poca participación, de la que acusa igualmente al bloqueo opositor. Insiste igualmente en la necesidad de que el régimen tome medidas activas para contrarrestar el daño que causarán las sanciones externas en la economía o, de lo contrario, invita a Maduro a abandonar el poder antes de que ahonde la crisis. “Se trata de emprender acciones coherentes, desafiantes y que den respuesta a la gran interrogante ¿Cómo carajo vamos a vencer la guerra económica?”, dice Peralta en otro texto publicado en Aporrea. Prosigue: “Presidente, si no tiene preparadas medidas contundentes que puedan cambiar radicalmente la situación, que el pueblo sienta que estamos en batalla y que es convocado a luchar como los libertadores y no llevando coñazos sin actuar, entonces mejor negocie una salida elegante, que no lleve a nuestro pueblo a un sufrimiento seguro sin posibilidades reales de triunfo”.

En la misma línea se pronuncia Juan Antonio Vázquez: “Para nadie es un secreto, que esta victoria es plenamente del pueblo venezolano, y que a la Revolución ahora le toca realizar las rectificaciones pertinentes. De lo contrario, perderemos esta oportunidad de oro para mantener en el tiempo y el espacio el legado de Chávez”.

Neftalí Reyes afirma, por otro lado, que los venezolanos confiaron una vez más en el chavismo, pero con una advertencia clara: “Que el liderazgo que encabeza al chavismo no tiene excusa para seguir en la inaceptable inercia en que se ha manejado en los últimos años”.

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