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Estas imágenes facilitadas por las autoridades checas muestran algo horripilante: el interior de una granja ilegal de tigres masacrados antes de ser disecados o convertidos en cubos de caldo.
Los agentes encontraron un tigre recién asesinado y un congelador desenchufado lleno de restos podridos de otro ejemplar en las instalaciones de Praga. También había una olla grande llena de carne y huesos, además de las valiosas pieles.
Los huesos de tigre convertidos en cubos tienen un valor de hasta 60 euros el gramo, las garras se acercan a los 100 euros y las pieles a los 3500.
Czech Environmental Inspectorate
Según The Guardian, esta redada ha sido la culminación de 5 años de investigación de la policía checa, las autoridades aduaneras y los inspectores ambientales, que afirman haber descubierto una banda organizada de delincuentes checos y vietnamitas que mataron y procesaron ilegalmente grandes felinos para el mercado de la medicina tradicional china.
"El tigre que descubrimos recibió un disparo en el ojo y en el cuello, para que la piel permanezca intacta y se pueda vender en el mercado negro", explicó Robert Šlachta, agente de la Dirección de Aduanas. "De acuerdo con nuestra información, la cocción de la carne de tigre tomó de 5 a 12 días y todas las partes del animal, incluidas las pieles, los dientes o las garras, estaban destinadas a fines comerciales".
El transporte de estos animales por las fronteras internacionales está estrictamente controlado. Sin embargo, los agentes descubrieron que en la República Checa el papeleo era un desastre. Los tigres se exportaban varias veces o a veces desaparecían por completo. Su tasa de mortalidad también resultó ser sospechosamente alta. Si en los zoológicos o en la naturaleza los tigres pueden vivir más de 20 años la República Checa, moría antes de llegar a cinco.
Los investigadores encontraron evidencias de esta granja ilegal en 2013, cuando descubrieron huesos de tigre en el vehículo de un ciudadano vietnamita originarios de una unidad de reproducción eslovaca. Tras seguir sus pasos se toparon con el miembro de una familia dedicada al mundo del circo conocida por criar tigres y leones, que a su vez estaba vinculado a un taxidermista que cortaba y cocinaba los tigres.
Los tres han sido acusados de delitos relacionados con la matanza ilegal y el comercio de especies protegidas.
