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Esta es la quinta erupción violenta que vive el volcán en lo que va de año
20 Noviembre 2018 13:01
En Guatemala se ha vuelto a vivir una tensión extrema: el volcán de Fuego ha erupcionado nuevamente, durante 32 horas y por quinta vez en el año. Para evitar daños como los del pasado mes de junio, en los que hubo 194 muertos y 200 desaparecidos y la lava se tragó aldeas enteras, han sido evacuadas 4.000 personas que habitan en las cercanías del volcán.
Por suerte, esta vez no ha habido heridos. Sin embargo, el Instituto Nacional de Sismología mantenía la alerta, ya que a pesar de que la erupción haya finalizado, en el volcán todavía tienen lugar explosiones débiles y moderadas.
A 16 kilómetros de Antigua, entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el volcán de Fuego está siendo especialmente activo en 2018. Esta vez, Escuintla ha sido la ciudad más afectada: la tefra o ceniza que ha expulsado el volcán en columnas de 5.500 metros de altura ha llovido sobre los campos de cultivo, que han quedado bañados de negro.
El volcán de Fuego, llamado Chi’gag (‘donde está el fuego’) en idioma cakchiquel, forma parte de la Sierra Madre de Chiapas y se sitúa cerca a otros dos volcanes, el de Agua y el Acatenango, sólo tres de los treinta y dos volcanes en territorio guatemalteco. Se tiene constancia que el volcán de Fuego lleva erupcionando desde la llegada de los españoles a Guatemala.
Curiosamente, una leyenda contada por los indígenas alotenango rodea a su nombre: se dice que unos sacerdotes españoles intentaron bautizarlo como ‘Catarina’, pero al recibir las aguas bautismales, provocó una violenta erupción y que la cruz que se iba a usar para bautizarlo salió disparada hasta el palacio del obispo, en Santiago de los Caballeros de Guatemala. Por el miedo que despertó, el volcán siguió llamándose Fuego.
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