PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo El relato viral de Emma sobre su violación Now

Now

El relato viral de Emma sobre su violación

H

 

Esta joven francesa guardó dos años de silencio y cayó en una depresión. Ahora cuenta cómo fue su liberación mental y corporal

PlayGround

13 Septiembre 2018 16:48

"Cuando me violaron no conté nada de nada. Lloré mucho". Así empieza el testimonio de Emma Oscar, que se ha hecho viral en Francia gracias a un vídeo de la serie La tête haute de France TV Slash.

Emma fue violada por un chico de su propio instituto cuando tenía 16 años, hace ahora seis.

"Estuve viviendo como si no hubiera pasado nada durante meses. Entonces tuve una gran depresión. Paré de comer, de dormir, solo lloraba. Con mis padres la relación se hizo muy fría, y eso que ha sido siempre cercana", cuenta.

Emma también asegura que que se le hicieron "imposibles" las relaciones tanto sexuales como afectivas. "Tenía un montón de miedo, y un montón de vergüenza de contar lo que me había pasado. Es estúpido, porque no soy quien debería sentir esa vergüenza". Tenía mucho miedo de contárselo a su gente más cercana por miedo a hacerles sentir mal. Si no hablaba de ello, afirma, es casi como si lo sucedido no tomase forma concreta.

Emma no puso denuncia por la misma razón que otras tantas mujeres. "Tenía mucho miedo de tener que contar detalles. Contar detalles de una violación es algo que no le deseo a nadie", dice en el vídeo.

El desbloqueo

El desbloqueo llegó al cabo de dos años de lo sucedido, con una de sus parejas, que notó que Emma tenía un bloqueo sexual. Hablaron. Y después de eso, a Emma le fue mucho más fácil hablar con su familia, con su madre, que fue hasta París porque no era un tema que debía tratarse por teléfono.

Llegó a sufrir de dermatilomanía, un trastorno que consiste en rascarse hasta hacerse sangre. La liberación no fue solo mental, también corporal. Emma dejó de rascarse cuando habló, su cuerpo dejó de tener manchas de sangre y eczemas.

Hoy, con 22 años, Emma sabe que su historia puede ser útil a otras mujeres que hayan pasado por la misma situación. Y afirma convicente que "sienta bien hablar".

share