Ayudó a atravesar la frontera de Italia a Francia a un grupo de migrantes, entre ellos un recién nacido, pero la policía la interceptó
Francesa Peirotti tiene 31 años y está condenada a seis meses de cárcel. Su delito: ayudar a un grupo de migrantes a cruzar desde la localidad italiana de Ventimiglia a Niza. La joven transportó en su camioneta a un grupo de personas procedentes de Chad, entre ellos un recién nacido. Pero fue interceptada por la policía.
Un tribunal de Aix-en-Provence la condenó en principio a una multa de 1.000 euros en 2017, pero decidió recurrir la sentencia y pedir la absolución. Sin embargo, la sentencia que ha llegado ahora es mucho más dura y reclama, incluso, penas de prisión para la mujer.
"Los franceses no aceptan que les digan que eso no es una frontera, sino un filtro que discrimina de acuerdo con el color de la piel” (Francesca Peirotti, activista)
Peirotti ha explicado en una entrevista en La Reppublica de Torino que su intención era “ayudar a unos amigos”. Ofreció a esos migrantes casa y ropas. Su plan era llevarlos hasta Marsella, donde reside actualmente junto a familia e hijos.
“He pasado todos los veranos de mi infancia en la playa. Crucé la frontera y nadie me dijo nada porque tengo la piel clara y documentos italianos. Incluso ahora nadie me detiene. Los franceses no aceptan que les digan que eso no es una frontera, sino un filtro que discrimina de acuerdo con el color de la piel”, explicó en dicha entrevista.
Peirotti denuncia la etiqueta “traficante de personas” y asegura que es una forma, otra más, de criminalizar el cooperativismo y a las personas que ayudan. Cada vez son más los tribunales que fallan contra personas, u ONGs, que ayudan a migrantes acusándolos de favorecer la inmigración ilegal.
En enero de este año, la activista española Helena Maleno era acusada por lo mismo: salvar vidas y servir de puente entre el norte de Marruecos y Salvamento Marítimo, una tarea indispensable para evitar más muertes en el Mediterráneo y que lleva haciendo desde hace más de 10 años. "Criminalizan la solidaridad porque les da igual que se mueran", zanjó Maleno en declaraciones para PlayGround.