Más de 3 millones de mujeres inactivas por dedicarse a los cuidados (por solo 340.000 hombres)

El coste de los cuidados domésticos —-esto es, las tareas del hogar no remuneradas— sigue recayendo casi exclusivamente en las mujeres. La última Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre constata esta diferencia notable: 3.309.000 mujeres están inactivas por causas relacionadas con las labores domésticas. Por contra, solo 341.000 hombres esgrimen esta misma razón.

Para las mujeres, el coste de los cuidados es su primera causa de inactividad. Son las primeras en renunciar a su trabajo para cuidar de la familia u ocuparse de las tareas del hogar. En el hombre, esta decisión se produce con mucha menor incidencia siendo la cuarta causa de inactividad en su caso.

Este desequilibrio es uno de los principales causantes de la brecha de género en el mercado laboral. La actividad femenina es del 53,2% mientras que la de los hombres es del 64,7%.

Con la maternidad, las mujeres quedan apartadas antes del mercado laboral y, si se reincorporan, son las primeras en pagar el coste de la maternidad con empleos más precarios o jornadas reducidas. En el caso de los hombres, está probado que la paternidad se concibe como un plus: empleos más estables y aumento salarial.

La economía de los cuidados es una de los principales generadores de desigualdad, en tanto que hace que hombres y mujeres no sean vistos en igualdad de condiciones dentro del sistema capitalista. Las tareas domésticas, además, han sido ocupaciones tradicionalmente invisibilizadas e infravaloradas.

En una sociedad en la que vales lo que produces, el valor de los cuidados se sigue menoscabando incluso en nuestros días, pese a que es un activo esencial e imprescindible para el funcionamiento del sistema. Sin los cuidados diarios e invisibles de millones de mujeres, el mundo literalmente se pararía.