En Ciudad del Este, Paraguay, los miembros del Primeiro Comando Capital mataron a un policía, incendiaron coches y robaron alrededor de 8 millones de dólares
Presos en la carcel de Pessoa, en la que hubo enfrentamientos con el PCC/Getty
Entre partidos de fútbol en el patio de una cárcel nació la que hoy es la mayor facción del narcotráfico de Brasil, autores del denominado "robo del siglo" en Paraguay hace unos días. Es el PCC, Primeiro Comando Capital.
Unos 50 delincuentes asaltaron un furgón de Prosegur en Ciudad del Este, segunda localidad de Paraguay y ubicada en la Triple Frontera con Brasil y Argentina. Entre disparos (mataron a un policía), incendios y explosivos, se llevaron un motín de 8 millones de dólares, según Prosegur, aunque en un principio se especulaba que el botín podría alcanzar los 40 millones. Luego, protagonizaron una espectacular fuga que acabó con tres de los asaltantes muertos a tiros por la policía.
Nos remontamos a 1993. Jugaban a fútbol presos supervivientes de la mayor matanza en cárceles de la historia del país, la de Carandirú (São Paulo) en 1992, cuando murieron 111 presidiarios tras la intervención de la policía. Entre partido y partido, como contó la revista Veja en septiembre del pasado año, empezaron a trazar una nueva organización criminal.
El objetivo era protegerse contra los otros presos y contra los abusos policiales, con tal de evitar futuros motines y matanzas. Se hicieron fuertes frente a otros presos a base de asesinatos y golpizas. Conteniendo rebeliones, evitaban también intervenciones policiales.
Así, cobrando dinero a otros presos por la protección en las cárceles, empezaron a hacer dinero. Lo de las drogas vino después.
El PCC se inspiró en el Comando Vermelho, también nacido en las cárceles, pero de Río de Janeiro, en los años 70. Este grupo tenía raíces filocomunistas aunque pronto derivó en narcotráfico armado puro y duro.
La antropóloga Karina Biondi, que estudió durante 14 años al PCC, lo plasmó en el libro Juntos y mezclados, una etnografía del PCC. Según explicó a BBC Brasil, la "metodología ética" es la esencia estructural de la banda que le permite extenderse a otros estados sin necesidad de que se ejecuten órdenes.
Esa ética se basa en que "los presos tienen que estar unidos, no pelear unos con otros, para enfrentarse a un enemigo común: el sistema carcelario".
Hoy el PCC sería la decimosexta mayor empresa de Brasil. El tráfico de drogas, que al principio fue un complemento a los fondos conseguidos por la protección de otros presos, es hoy su principal fuente de ingresos. Según el reportaje de Veja, les supone unos 6 millones de euros de ingresos al año.