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Artículo Un análisis forense revela que las manchas de sangre de la sábana santa son falsas Now

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Un análisis forense revela que las manchas de sangre de la sábana santa son falsas

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Wikipedia
 

La tela con la que supuestamente se envolvió el cuerpo de Cristo contiene sangre que no coincide con la localización de las heridas

PlayGround

17 Julio 2018 11:05

La sábana santa -también conocida como Sudario de Turín- es una tela de cuatro metros venerada por los creyentes católicos porque supuestamente envolvió el cuerpo de Cristo después de ser crucificado. Es famosa porque contendría las manchas de sangre que dejó cadáver antes de que resucitara a los tres días.

Una investigación científica llevada a cabo por el antropólogo Matteo Borrini y el químico Luigi Garlaschelli da malas noticias a los fieles: la distribución de esas manchas rojas no concuerdan con el lugar que hubiera dejado las heridas de las manos y el torso de Jesús de Nazaret. Los ángulos no son correctos. Es decir: la sangre es falsa, según las conclusiones.

No es la primera vez que la ciencia supervisa la sábana. La Iglesia Católica nunca ha confirmado la autenticidad, pero tampoco ha frenado la devoción por el objeto. En 1973, un equipo internacional de forenses ya dejó caer que podría ser una falsificación, pero no lo anunciaron firmemente porque les faltaba recabar pruebas.

En 1978, fue el propio Vaticano el que permitió que investigadores dataran la antigüedad de la tela a través isótopos de carbono. Ese análisis sacó que la sábana no era tan vieja. La situaban entre 1260 y 1390 después de Cristo. Casualmente, la primera vez que se exhibió el sudario fue en una iglesia de Francia en 1357. A pesar de este dato, los creyentes desautorizaron la evidencia porque en textos sagrados parece aludirse la sábana antes del año 1260.

El actual estudio optó por cambiar el enfoque. Los investigadores se valieron de la técnica ‘Análisis de Patrón’ y usaron un maniquí y una persona. Les colocaron tubos de sangre donada y artificial para observar los goteos.

Después del análisis, han detectado que las manchas que se ven en la sábana ocurrieron cuando goteaba en un ángulo de 45 grados, algo que es imposible para un cuerpo tumbado.

“Los resultados de los experimentos demuestran que los supuestos patrones de flujo de diferentes áreas del cuerpo no son consistentes entre sí. Incluso suponiendo posibles episodios diferentes de sangrado (por ejemplo, movimientos del cuerpo, sangrado posmortem), estos no solo no están documentados, sino que también, en cuanto a las manchas lumbares, parecen ser poco realistas", escriben en Journal of Forensic Sciences.

Sus conclusiones: lo más seguro es que esa sábana fuera un encargo artístico.

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