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Artículo Benzema se moja sobre su bajo rendimiento, el escándalo sexual y el patriotismo Sports

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Benzema se moja sobre su bajo rendimiento, el escándalo sexual y el patriotismo

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"La Marsellesa llama a ir a la guerra y a mí eso no me gusta"

PlayGround

17 Abril 2018 16:46


Karim Benzema no suele dar demasiadas entrevistas, a pesar de que cada fin de semana los grandes medios suelen valorar minuciosamente sus actuaciones. Tras unas temporadas en las que las críticas habían sido compensadas con elogios por su talento y el trabajo que realiza para sus compañeros en el Real Madrid, un bajón tremendo en sus registros goleadores ha hecho que los periodistas le den cera a diario.

En un reportaje de Vanity Fair en el que abre las puertas de su casa y se declara devoto de Tupac Shakur, el delantero del Real Madrid hace un repaso de su carrera en el club blanco, su vida en Madrid, sus problemas en la selección francesa y las críticas que recibe por su bajo rendimiento.

"A los grandes jugadores siempre nos critican. Vendemos periódicos. Si hago un partido malo, no necesito leer la prensa para saberlo. Yo juego al fútbol, para ayudar a mis compañeros y para ganarlo todo. Me da igual que mi nombre esté en los periódicos, eso no significa nada", explica sobre su bache goleador.

Sobre su vida personal, Benzema reconoce que llegó un punto en el que se dio cuenta que debía cambiar sus hábitos. "A los 23 años vi que o era más disciplinado o me volvía a Francia. Ahora voy de casa a Valdebebas y de Valdebebas a casa. Me cuesta estar tres semanas sin ver a mis compañeros -refiriéndose a la pretemporada-, por eso el resto del año voy del entrenamiento a casa". Otro de sus grandes sacrificios para estar al máximo nivel ha sido la comida, a pesar de que en sus primeros años en el Real Madrid se le cuestionaba por su peso.

"Dejar de comer todo lo que quiero es el mayor sacrificio que he hecho", ha reconocido.

El futbolista de origen argelino tampoco tuvo reparos en hablar de la polémica sobre el hecho de sentirse más o menos francés y el himno de Francia, ya que no lo cantaba antes de los partidos de la selección. "Si escuchamos bien la Marsellesa, llama a ir a la guerra y a mí eso no me gusta", aclara.

Su presencia en el equipo nacional es una cuestión de Estado, aunque lleve sin ir convocado desde octubre de 2015. Incluso el ex primer ministro del país galo, Manuel Valls, dijo que los futbolistas deberían ser ejemplares, en alusión a Benzema.

"Cuando un primer ministro habla de ti ya no es fútbol. Creo que no hay que mezclar fútbol y política. En mi caso es un asunto político" asegura. Cuando le preguntan sobre qué haría para que Didier Deschamps le convocara para el Mundial de Rusia'18, Karim lo tiene claro. “¿Yo?, ¿ahora? Nada. Ya tengo 30 años, dos hijos. Yo estoy tranquilo aquí. Si me necesitan, ya saben dónde estoy".

Desde que fichó por el Real Madrid en 2009 -el mismo verano en el que llegaron Cristiano Ronaldo y Kaká al equipo merengue- siempre se ha dicho que era el ojito derecho de Florentino Pérez.

El presidente fue personalmente a Bron, el suburbio de Lyon donde vivía Benzema, para ficharle. Siempre le estará agradecido.

"Fue un sueño encontrarme con un hombre como él. Tranquilo y muy simpático. Me preguntó si quería jugar en el Madrid y yo le contesté que sí. Le di mi palabra. Y ya está". Florentino pagó 35 millones de euros por él, y ya van 9 años como delantero del Real Madrid. "Está conmigo en los momentos buenos y en los malos. Yo sé que es mi presidente, pero para mí es como de la familia. Lo siento así", se sincera.

"Cuando pasó lo de Valbuena, después de pasar un día en la cárcel regresé a Madrid muy triste. Florentino me esperó en Valdebebas y me dio todo su cariño”.

Sus mayores críticos le echan en cara que no se esfuerza lo suficiente sobre el campo y que no mete los goles suficientes para ser el "9" de un equipo top. Él les contesta con perfectos movimientos sin balón, una técnica prodigiosa y mucho altruismo.

"En el campo pienso mucho. Es como si tuviera un ordenador en la cabeza, antes de tocar el balón necesito ver qué pueden hacer los otros. Y la grada es la grada. Es parte del fútbol", afirma.

Aún alucina cuando le asedian sus seguidores. "Cuando se me acercan mis fans, siento lo mismo que de pequeño con Ronaldo. Veo a muchos niños a mi alrededor, que me miran con los ojos de par en par, y recuerdo que yo miraba así".

Aunque sea un enamorado de la cultura hip hop, no se ve en los EEUU en un futuro: "Me gusta ir, pero solo de vacaciones".

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