"Ya pueden los 9 del VAR decir que es penalti que no es penalti". "Es muy difícil robarles el balón a ellos porque no lo tienen". "Ha rematado perfectamente lo que pasa es que ha fallado el remate". "No hay que ser catastrófico hasta que se produce la catástrofe"... Que el mundo sepa los comentarios del Mundial que tenemos que aguantar en España
Centro al área. El balón va demasiado alto y sale de banda. Del televisor sale una voz.
"Ha pasao por encima de to las cabezas".
Es José Antonio Camacho, comentarista -comentar comenta, eso técnicamente sí lo hace- y se supone que analista. Alguien que interprete, facilite, contextualice, aporte algo de alguna manera a los que vemos el Mundial. Eso ya no tanto.
Camacho comenta igual un centro al área que un tiroteo en la Batalla del Ebro.
Para él la alineación del equipo rival de España es "ese", "el delantero suyo", el que se ha cambiao de banda", "el seis" o "el que las toca todas".
Para Mediaset, -la empresa que le contrata desde hace años- no existe el fútbol como manifestación respetable de la cultura popular, para Mediaset el fútbol es un vehículo chusco de nacionalismo banal. Solo existe España y sus rivales, que son nombrados en función de si juegan en la liga española o Camacho, Manu Carreño o Kiko se han quedado con su nombre por alguna caprichosa razón.
No es populismo, es precisamente desprecio mediante la caricaturización del aficionado medio al fútbol.
Además, Camacho transmite una crispación insoportable. Es como si la unidad de la patria estuviera deshaciéndose como un Maxibon a las tres de la tarde.
Ayuda a ello una ristra de tautologías antológicas:
"Es muy difícil robarles el balón a ellos porque no lo tienen".
"Ha rematado perfectamente lo que pasa es que ha fallado el remate".
"No hay que ser catastrófico hasta que se produce la catástrofe".
Por supuesto, el VAR puede decir misa: "Ya pueden los 9 del VAR decir que es penalti que no es penalti". Eppur si muove, versión ibérica.
Si beneficia a España, entonces sí: "Me acaba de llamar mi amigo el Dani que está allí en Ibiza y dice que el VAR es una maravilla" tras la anulación del fuero de juego en el gol de Iago Aspas.
La deportividad tampoco es lo suyo. Para Camacho, España debería haber sacado de centro cuando los jugadores iraníes celebraban fuera del campo un gol -también anulado por el VAR- para aprovechar el momento.
Messi escuchando a Camacho
Si no juega España, baja la crispación, hay que reconocerlo. Los tópicos no. Camacho se asombraba de que en el Argentina-Nigeria hubiera muchos argentinos. Que no fallan nunca, y quehayquevercómosonlosargentinoseh. En realidad lo que sería reseñable es que miles de personas que han hecho 18.000 kilómetros con una entrada para ver a su selección en el Mundial, se quedasen esa tarde durmiendo la siesta en el hotel.
Por supuesto, al cabo de un par de minutos, dio con la clave del partido, esa que a todo el mundo se le había escapado: "Yo buscaría a Messi".
Tampoco sabemos qué es que "España quiere jugar por tríos". Y aun así, triangulaciones vuelve a ser, mec, tópico.
Ya sabemos cómo es la aportación de Camacho. En la pasada Eurocopa, dejó alguna otra perla. "Viene el viento racheao y hace una cosa mu rara cuando el balón va por el aire" posiblemente sea la más inolvidable.
Estos días ha sido noticia además por el desplante que hizo a un programa de su misma empresa, Mediaset. Cuando el presentador Joaquín Prat anunciaba que tendría la participación del exseleccionador en unos minutos, después del partido contra Irán, Camacho hizo el gesto con la mano internacionalmente conocido como "ni de coña". No se saben las razones de la negativa del analista, pero el programa -de nombre Ahora la Mundial, un híbrido entre Sálvame y El Chiringuito- ha fracasado estrepitosamente.
Si 11.481.000 de personas (un 68,9% de cuota de pantalla) vieron el partido, solo 1.387.000 -un 9,5 de share se quedaron a ver la tertulia de Telecinco. En otras palabras, solo a una décima parte de la gente a la que le interesaba el partido le interesó el análisis que tuviera que aportar Mediaset.
Telesur tiene a Maradona, Russia Today a Mourinho y Mediaset a Camacho y a Nico Abad.
El comentarista de Moto GP que una vez habló del "neumático izquierdo". El presentador del Mundial que ayer decía que "Kjaer y su mujer lloraban al final del partido, Dinamarca también se va para casa", confundiendo una celebración con un consuelo.
Quizá solo nos falte, para cuadrar el círculo, que le preste el gorro soviético a Camacho.
