Este elefante lleva toda su vida preparándose para el gran momento... a la fuerza
Hace falta mucho entrenamiento para llevar a cabo una ‘simbiosis’ hombre-paquidermo tan precisa. Tanto que este elefante lleva toda su vida preparándose para el gran momento...
Porque, como podéis imaginar, conseguir que un animal de este volumen colabore en el numerito no es algo que se consiga de un día para otro y, desde luego, no es algo que se consiga por las buenas.
Los elefantes, animales salvajes por definición, son especialmente reacios a aceptar el cautiverio, por lo que es necesario comenzar su adiestramiento cuando son muy jóvenes, así es más fácil quebrar su voluntad.
Lo primero, por tanto, es inducirle a pensar que su vida, desde el momento en que lo separen de su madre a eso de los dos años, será un ejercicio de servidumbre y sufrimiento. Suena divertido, ¿verdad? Pues hay muchísimo más.
Para que estos animales súper inteligentes se sienten sobre sus patas traseras, se levanten sobre el lomo de otro congénere o den la pata a modo de saludo, los adiestradores han de utilizar toda clase de técnicas basadas en la evidencia pavloviana del escarmiento.
O esto, más o menos, es lo que se puede decir después de ver las fotos filtradas por un entrenador de elefantes del Ringling Bros and Barnum & Bailey Circus, la compañía circense más importante de Estados Unidos. El soplón anónimo envió las imágenes a PETA cuando estaba muriéndose de cáncer cumpliendo de esta forma una promesa que le hizo a su difunta esposa, aunque seguro que también le remordia un poco la conciencia.
"Manual" de Ringling Bros para adiestrar paquidermos
Fase 1: Quebrantar el espíritu. Como mencionamos al principio, el primer paso para entrenar a un elefante es hacerle saber quién manda. Los entrenadores no tienen mucho trabajo en esta etapa, simplemente encadenan a los nuevos “reclutas” durante 23 horas al día y esperan hasta que ya no les queden ganas de escapar.
Fase 1
Fase 2: Comienza el entrenamiento. Después de 6 meses de forcejeos y gritos, algunas crías ya están listas para asimilar los trucos básicos y comenzar a ganarse el pan. Aprender a sentarse como es debido y saludar a su coach es esencial para progresar en el programa.
Bebé elefante entrenando
Anexo: Herramientas imprescindibles. Para ampliar el portfolio de destrezas del animal es necesario aplicar medidas correctoras desde el principio del entrenamiento. En este sentido, un ítem básico que todo entrenador debe manejar efectivamente es el 'bullhook', una suerte de atizador de chimenea rematado en punta que se clava en el pecho de los elefantes para obligarles a levantarse.
En su defecto el adiestrador puede utilizar pinzas eléctricas o una antorcha ardiendo. El caso es servirse de un instrumento que cause un profundo miedo en el aspirante a ser castigado con él.
Fase 3: Empieza el show. La vida de una estrella circense es muy agitada, por ello los entrenadores deben sacar lo mejor de los elefantes y favorecer que sigan centrados a base de leñazos. Ya se sabe, la letra, con saña entra.
Fase 3
No hace falta señalar que este procedimiento miserable y bárbaro tiene lugar sin que las autoridades oportunas tengan conciencia de ello. Sin embargo, es obligación de todos aplicar el sentido común al respecto y darnos cuenta de que “los animales no son nuestros”.
Qué clase de mensaje le enviamos a nuestros hijos cuando les llevamos a ver elefantes en cautiverio cuya conducta ha sido “retocada” para que nos resulten monos.
