Increíble pero cierto: este mono logra escapar de un perro montado en bicicleta

A la luz de los acontecimientos más nos vale reescribir todo el ideario sobre perros y gatos, porque el peor enemigo del can no será nunca más el felino, sino el mono. O esto es lo que se puede decir —en broma, claro— después de ver una disputa tan surrealista como la que nos ocupa.

Desde el principio. Un mono se agencia una bicicleta que no es suya provocando la reacción del perro, que comienza a perseguirlo mientras éste intenta poner los pies en los pedales. Al final lo consigue y con la gracia de un rejoneador esquiva una y otra vez las embestidas del tuso rodando en círculos bajo la incrédula mirada de los comerciantes del barrio.

Una y otra vez el mono se sale con la suya, haciendo gala de un dominio impecable de la bici y dejando en evidencia al pobre perro que no se atreve a meter el hocico entre las ruedas.

Ahora bien, nos consta que los monos “no vienen equipados de serie” con una batería de conocimientos básicos para montar en bicicleta. Hay que adiestrarlos, y como vernos reflejados en otros parece ser el fetiche humano por excelencia, muchos animales se ven en la necesidad de actuar como nosotros para ganarse el pan. O para conservar la vida.

¿Será este el caso de nuestro simpático protagonista primate?

Es bastante probable. Porque en China, país donde fue filmado el vídeo, los monos de circo representan un medio de ingresos fiable para muchos desalmados que se aprovechan de sus talentos únicos.

El fotógrafo chino Yongzhi Chu ya lo denunció con la instantánea que podéis ver sobre estas líneas y que le valió el Premio World Press Photo 2015 en la categoría de Naturaleza. La foto, que fue tomada en la ciudad de Suzhou, en la provincia china de Anhui, muestra el proceso de esclavización al que son sometidos estos parientes lejanos de nuestra especie.

Aunque la opinión pública china está al tanto de esta situación, no parece mostrar mucho interés por los derechos de los monos, cuya cría está prohibida expresamente por una ley que no se aplica en la mayoría de los casos.

Además, existe una aldea donde el adiestramiento de monos está totalmente permitido por las autoridades. Se trata de Baowan, un municipio localizado en la provincia de Henan donde se entrenan monos desde hace siglos.

Por lo visto, la precaria situación económica de sus habitantes y el gran arraigo cultural de la profesión están detrás de esta exención legal que beneficia a sus cerca de 2.500 residentes.

A pesar de que los adiestradores locales insisten en que hoy en día “el coaching de monos” procura generar una relación de confianza con el animal, lo cierto es que en su tiempo libre permanecen “bajo llave” como cualquier otro recurso empresarial.

Por suerte, desde el gremio se está empezando a promover otra actitud hacia los monos basada en la reciprocidad y el respeto de sus derechos. "En el pasado, nuestra forma de adiestrar a los monos no era la más adecuada (...) Pero estos monos también tienen una vida, y nos han traído muchos beneficios que han cambiado las nuestras, por lo que debemos ser buenos con ellos”, declaró Zhang Junran, presidente de la Asociación de Criadores de Monos del condado de Xinye, en una reciente entrevista para Reuters. A ver si es verdad lo que dice.