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Artículo Cómo inspirar a un niño con la historia de Frida Kahlo Lit

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Cómo inspirar a un niño con la historia de Frida Kahlo

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Publicamos uno de los textos que componen el libro infantil feminista más regalado las pasadas navidades: "Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes", de Elena Favilli y Francesca Cavallo (Destino)

Luna Miguel

30 Enero 2018 16:21

FRIDA KAHLO, por Elena Favilli y Francesca Cavallo

Había una vez una niña llamada Frida que vivía en una casa azul en Ciudad de México. Al hacerse mayor se convertiría en una de las artistas más famosas del siglo XX, aunque por varias razones estuvo a punto de no llegar a ser adulta.
Cuando tenía seis años casi muere de polio. La enfermedad le dejó una cojera permanente, pero eso no le impedía jugar, nadar y pelear como el resto de los niños.

Luego, a los dieciocho años, sufrió un terrible accidente de autobús en el que otra vez estuvo a punto de morir. Y de nuevo pasó varios meses en cama. Su madre le construyó un caballete especial para que pudiera pintar recostada, pues a Frida le gustaba pintar más que cualquier otra cosa en el mundo.

Tan pronto como pudo volver a caminar, fue a visitar al artista más famoso de México: Diego Rivera.

—¿Crees que mis pinturas son buenas? —le preguntó. Sus pinturas eran increíbles: audaces, brillantes y hermosas. Diego se enamoró de su obra, y luego se enamoró de ella.

Diego y Frida se casaron. Él era un hombre alto y robusto que usaba un sombrero de ala ancha. Ella se veía diminuta a su lado, por lo que la gente los llamaba el Elefante y la Paloma.

Frida pintó cientos de hermosos autorretratos a lo largo de su vida en los que aparecía rodeada de las aves y los animales que tenía como mascotas. La casa azul en la que vivía sigue aún existiendo, tal como ella la dejó, llena de color, alegría y flores.

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