Cazadores furtivos asesinan a una rinoceronte por solo un centímetro de cuerno

Bella era una rinoceronte blanco de 20 años, madre de cuatro crías. Una semana antes de que los cazadores furtivos la asesinaran, los cuidadores de la reserva Kragga Kamma Game Park de Sudáfrica le habían quitado el cuerno para proteger su vida.

La matanza de Bella refleja el baño de sangre del llamado oro blanco: a Bella la abatieron a tiros para coger solo el centímetro de cuerno que le quedaba.

En el momento del fuego, Bella estaba con una de sus crías menores, Tank. Él también resultó herido, pero los guardias creen que las heridas fueron causadas por Bella en un intento de empujarle a un lugar seguro y salvar su vida. Al tener 16 meses de edad, Tank aún depende de la leche de su madre. Los guardias informan que está intentando acercarse a otras madres.

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Una publicación compartida de Megan Pritchard MbaliSizwe.com (@theholistichunny) el 21 Jun, 2018 a las 10:57 PDT

Sudáfrica alberga más del 80% de rinocerontes del mundo pero su población está en declive. Más de 4.500 ejemplares han sido asesinados para arrancarles el cuerno en los últimos cuatro años. El kilo de cuerno de rinoceronte puede llegar a 85.000 euros en el kilo en el mercado negro, es más valioso que la cocaína o el oro.

Aunque su venta es legal en el país -apenas hay demanda-, su exportación está prohibida. La mayoría de cuernos acaban, a través del mercado negro, en China y Vietnam, donde existe la falsa creencia de que tienen propiedades curativas desde aliviar dolores a curar el cáncer. La ciencia ha desmentido tales beneficios: la composición de los cuernos es queratina -la misma que nuestras uñas- y no cura nada.

Desde el parque le han rendido un homenaje a Bella y han escrito: “uno a uno, hasta que no quede ninguno”.