La policía inicia una investigación urgente al ser el mismo gas que se usó para envenenar al exespía ruso Skripal y su hija el pasado marzo
Reino Unido ha puesto en marcha una investigación urgente después de descubrir en estado crítico a una pareja. Según los investigadores, los dos británicos han entrado en contacto con el mismo gas neurotóxico Novichok que intoxicó al exespía ruso Serguéi Skripal y su hija Yulia el pasado marzo.
La pareja -Dawn Sturgess de 44 años y Charlie Rowley, de 45- fue trasladada al hospital desde su casa en la localidad de Amesbury, a 12 kilómetros de Salisbury, lugar en el que supuestamente el exespía fue atacado con el agente químico. En ese momento, el Gobierno británico señaló al Kremlin como culpable del ataque y se produjeron expulsiones de diplomáticos en una dura escalada de tensiones y acusaciones, aunque la implicación de Rusia en el ataque no estuvo clara.
Tras la actual intoxicación, distintos lugares de Amesbury y Salisbury han sido cerrados al paso por precaución. En un principio, la policía pensó que el malestar de la pareja estaba relacionado con el consumo de drogas, pero los exámenes adicionales del laboratorio militar de Porton Down revelaron que habían sido envenenados por Novichok, un gas que se producía en la URSS y que supuestamente se destruyó en 1997. Las autoridades sanitarias insisten en que el riesgo para la ciudadanía es bajo.
El responsable de agencia antiterrorista de Gran Bretaña, Neil Basu, informó que no hay motivos para pensar que la pareja fuera objetivo para un ataque planeado, ya que no tienen conexiones con agencias de inteligencia o seguridad.
La prioridad en la investigación ahora pasa por resolver cómo y dónde la pareja entró en contacto con el agente y si éste pertenecía al mismo lote que se utilizó en el caso del exespía Skripal y su hija.
Un amigo de la pareja ha explicado que los dos habían estado pasado el día del sábado en Queen Elizabeth Gardens, en Salisbury. Previamente habían visitado unas tiendas para comprar bebidas y pintura facial para el partido de la selección inglesa de fútbol. Según recoge The Guardian, el sábado por la mañana comenzaron los síntomas.
La policía llama a calma y afirma que no hay evidencia de que la pareja visitara alguno de los sitios que ya fueron descontaminados tras el intento de asesinato del exespía, que recibió el alta médica en mayo. Tampoco se sabe qué repercusiones diplomáticas habrá esta vez. El incidente sucede en medio del mundial de fútbol y a menos de una semana de que la cumbre de la OTAN en Bruselas en la que la alianza transatlántica decide qué relación debería tener con Rusia.
