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La muerte de Christopher Rego, el último "gatillo fácil" de la policía argentina

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8 policías le dispararon en un control para después huir. Ya son más de 700 civiles muertos a manos de las fuerzas de seguridad durante el gobierno de Macri

PlayGround

16 Agosto 2018 15:37

Otra muerte más fruto del gatillo fácil de la policía argentina pesa sobre la presidencia de Mauricio Macri. Con la muerte de Christopher Rego, de 26 años años, ya son más de 700 las muertes de civiles a manos de las fuerzas de seguridad, según la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI)

Según cuenta su padre, Jorge, el fallecido fue disparado en dos ocasiones por dos efectivos de la Prefectura Naval Argentina cuando no obedeció a un alto en la carretera al sur de Buenos Aires.

“Él había comprado una camioneta hacía diez días. Se la había comprado a un amigo. Cuando se iba de la casa de Martín, parece que lo pararon en un control de la Prefectura. Él se dio cuenta de que se había olvidado los papeles de la camioneta en lo del chico que se la vendió, se ve que se asustó y no se detuvo en ese control. Ahí, sin mediar más palabras, estos tipos empezaron a disparar y me lo mataron”, explicaba Jorge Rego.

Christopher, que había sido padre hace 40 días, perdió la vida a causa de un disparo que le entró por la espalda, a la altura del corazón, y otro que ingresó por la nuca y encontró salida por la garganta.

Según afirma el consuegro de Jorge, hubo hasta ocho disparos: “El que disparó fue un prefecto, pero los otros siete ayudaron a intentar limpiar la escena del crimen y llevarse las vainas”.

A pesar de que había muchas dudas sobre lo sucedido, el juez Daniel Pablosky, que llevaba el caso, recibió el vídeo de un testigo. En él puede verse que, minutos después del incidente, dos prefectos bajan de un coche privado, confirmar que Rego está muerto y abandonan la escena.

Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, declaraba que se estaban extremando las medidas para procesar a los detenidos, y que se les iba a echar del cuerpo de seguridad:

Un caso que tuvo una respuesta muy distinta por parte del gobierno fue el de la muerte de Pablo Kukoc.

El joven, que presuntamente atracaba y apuñalaba a un turista estadounidense en el barrio de La Boca, en Buenos Aires, fue por ello fue abatido de un tiro por el policía Luis Chocobar. La respuesta del presidente Macri fue recibirlo en la Casa Rosada para mostrarle el apoyo por lo que consideró una gran valentía. La acción recibió la reprobación de la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, que tildó el gesto de “inadmisible”.

“Se ha observado una suerte de aval o legitimación para que las fuerzas de seguridad usen la violencia para resolver conflictos”, indicaba en aquella ocasión el juez Mario Juliano, presidente de la Asociación de Pensamiento Penal, en Sputnik News.

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