Varios empleados de la compañía aseguran que tuvieron que dormir en el suelo en el aeropuerto de Málaga. La compañía desmiente esa versión
Sin comida, ni bebida y en el suelo del aeropuerto. Así tuvieron que pasar la noche un grupo de tripulantes de Ryanair en el aeropuerto de Málaga. Veinticuatro miembros de la tripulación quedaron atrapados en el aeropuerto de la ciudad andaluza en estas condiciones, después de que sus vuelos a Oporto se desviaran por el temporal. En vez de ser trasladados a un hotel fueron colocados en una habitación entre las 01:30 y las 06:00 sin instalaciones mínimas para el descanso. SNPVAC, el sindicato portugués que representa a los tripulantes de cabina, denuncia que la tripulación se quedó "sin acceso a comida, bebidas e incluso un lugar para sentarse, ya que solo había 8 asientos disponibles para la tripulación [de 24 personas]”. "No tenían otra opción, como ilustra la foto, que intentar descansar en el piso de la habitación", añadió, según recoge la BBC.
La imagen, compartida miles de veces en redes sociales, ha levantado indignación por ser una muestra más de las malas condiciones laborales a las que se enfrenta el personal de Ryanair.
El responsable de Vuelo de USO Sector Aéreo, Ernesto Iglesias, ha lamentado en un comunicado el “trato denigrante” a los empleados y ha criticado que la compañía irlandesa permitiera que durmieran “en el suelo tras largas jornadas de trabajo y que no les busquen alojamiento en las más de 88.000 plazas hoteleras con las que cuenta Málaga". "Esto es lo que Ryanair entiende por seguridad aérea, salud, descanso laboral y trato digno a sus trabajadores", ha remarcado Iglesias.
Las trabajadoras de Ryanair han conseguido lo que hace un tiempo parecía imposible: que la precariedad que rige en la compañía cada vez se conozca más
La compañía de bajo coste irlandesa ha respondido a la bochornosa imagen manteniendo que ha sido “organizada”. Según Ryanair, tras pasar un corto periodo en la habitación, los tripulantes fueron trasladados a la sala VIP donde pasaron la noche. “Ningún miembro de la tripulación durmió en el suelo”, mantiene. “Como se trataba de la fiesta nacional española, los hoteles estaban completos”, se excusaba la compañía. También se pronunció Peter Bellew, jefe de operaciones de Ryanair.
Desafortunadamente todos los hoteles estaban llenos en Málaga. La tormenta generó un gran daño en Portugal. Poco después de esto la tripulación fue trasladada a la sala VIP. Mis disculpas a la tripulación a la que no pudimos encontrar alojamiento.
Una explicación que no convence a los sindicatos. SNPVAC confirmó que a las 6 de la mañana los y las tripulantes fueron ubicados en la sala VIP pero siguieron sin tener comida y bebida. Desde USO Sector Aéreo denuncian que a nivel legal Ryanair ha infringido la ley. Según el Reglamento 83/2014 de Seguridad Aérea, o las Fligh Time Limitations (TFL), en su artículo 1.220, "la compañía debe ofrecer un alojamiento para pernoctar o descansar, incluso de día, si el parón es de más de seis horas". "SNPVAC presentará una queja formal a todas las autoridades relevantes de aviación civil y esperamos una intervención urgente y sólida para que eventos como este no vuelvan a suceder”, mantienen por su parte los portugueses.
Más allá de la bochornosa escena, esta fotografía es el reflejo de que algo se está moviendo entre las trabajadoras de la compañía. El pasado 28 de septiembre, miles de empleados y empleadas participaron en una huelga transnacional para denunciar el modelo de negocio Ryanair que tuvo como consecuencia 250 vuelos cancelados en Europa. Trabajadores de España, Portugal, Holanda, Italia y Bélgica consideraban inaceptable la oferta de la aerolínea de someter sus convenios colectivos a la legislación belga a partir de marzo del 2020.
Tal y como explicábamos en este reportaje en PlayGround, la precariedad, los abusos, la presión por llegar al nivel de ventas, una plantilla compuesta en parte por subcontratados y el hecho de tener que lidiar con derechos laborales específicamente irlandeses genera un vacío legal que pone muy difícil a los empleados poder mejorar sus condiciones laborales.
Las presiones de la compañía también van contra los que se rebelan contra las malas condiciones laborales. Según explican en Público, algunos y algunas trabajadoras tuvieron que hacer uso de sus días de vacaciones para evitar represalias por parte de la dirección. Pese a ello, los y las trabajadoras de Ryanair han conseguido lo que hace un tiempo parecía imposible: que la precariedad que rige en la compañía cada vez se conozca más.
