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Un joven ha logrado sobrevivir 49 días a la deriva en una trampa para peces

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Trabajaba en la plataforma cuando fue arrastrado mar adentro

PlayGround

25 Septiembre 2018 12:15

Aldi Novel Adilang, un joven indonesio de 19 años, ha conseguido sobrevivir 49 días a la deriva después de que la plataforma de pesca en la que vivía se soltara de su amarre.

El adolescente vivía en una pequeña cabaña situada en la plataforma flotante, conocida localmente como rompong, y era el encargado de encender un foco de luz por la noche para atraer los peces, que quedaban atrapados en las redes. Semanalmente, un empleado de la pesquera para la que trabajaba le llevaba provisiones y se llevaba las capturas.

Fue hacia mediados de julio cuando unos fuertes vientos rompieron la cuerda que mantenía unida la plataforma al lecho marino y Aldi terminó perdido en el océano, sin remos ni motor que pudieran llevarle a la costa.

Para sobrevivir, filtró agua del mar con su camiseta y se alimentó de pescado, que cocinaba quemando la madera de la que estaba hecha su cabaña.

Sin embargo, contó para el periódico local TribunManado que en distintas ocasiones “pensó que se iba a morir” y hasta consideró suicidarse tirándose al océano. Aldi conservó una radio alimentada con luz solar para poder contactar con los barcos cercanos pero no tuvo demasiada suerte en su intento. “Cada vez que veía un gran barco, tenía esperanza, pero más de 10 pasaron de largo”, dijo a su vez Fajar Firdaus, diplomático indonesio del consulado de Osaka que atendió el caso de Aldi.

Finalmente, el 31 de agosto fue rescatado en aguas de Guam por un barco mercante panameño, el Arpeggio, que se dirigía a Japón. De primeras, no vio a Aldi, pero sí pudo interceptar la señal que emitía desde la plataforma. Tuvieron que arrojarle una cuerda y arrastrarlo a través de la olas para salvarlo. “El capitán del barco que lo rescató dijo que el joven no podía ni ponerse en pie de la extenuación”, explicaba el diplomático.

A su llegada a Tokuyama el 6 de septiembre, entregaron al joven al consulado, y finalmente llegó a Manado, su pueblo natal, dos días más tarde, en buen estado de salud.

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